Cuando el tiempo no te da ni para disfrutar una taza de café…
Hace unos días platicaba con mi esposo de lo rápido que pasa el tiempo. Y hasta comentamos de unos podcasters que hablaban que los días cada vez duran menos. Y dudaban si los días seguían durando 24 horas.
A lo que me recordó una frase de William Shakespear que decía algo así como:
“El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan; pero para quienes aman, el tiempo es eternidad.”
Antes existían los tiempos de ocio, donde aprovechábamos para literalmente no hacer nada, o ejercitar nuestros 5 sentidos, como observar, esuchar, sentir, oler o tocar.
Un sorbo de un refresco era tan placentero como sentir una brisa del aire. Pero ¿porqué sentimos que ya no tenemos tiempo para esto? ¿Porqué sentimos que no podemos disfrutar una taza de café, una copa de vino o un helado?
Y esque lo que sucede también es que ahora esos momentos de “placer” los estamos sustituyendo por tiempo en el celular.
Tenemos con nosotros una copa de vino pero al mismo tiempo estamos con la otra mano en el celular revisando las redes sociales.
Queremos tomarnos una taza de café pero a la vez estar leyendo nuestro correo electrónico para “avanzar con el trabajo”.
Y ni se diga las que somos mamás y queremos trabajar, educar, tomar café y hacer de comer al mismo tiempo.
¿Dónde queda el vivir el momento? El dejar que el momento del café sea exclusivamente para el café.
Presenciar una conversación con una cerveza y unos tacos. Sin correr a lo que sigue.
Nosotros tenemos la capacidad de disfrutar el tiempo como nosotros queramos. Dejemos que los segundos tengan su valor al dedicarlos también al no hacer nada.
Y la próxima vez que agarres tu celular, pregúntate… ¿puedo disfrutar de este tiempo sin él?